martes, 15 de noviembre de 2011

Políticas de Infancia- Un recorrido Histórico

Trabajo Final
EDI II - T. Vespertino-
Alumna: Ayelen Romano
Profesora: Lic. Ana M. Sánchez
Mariano Acosta - Profesorado de Educación Primaria


PPT tomado de la Web- Investigación
Autor: P. Bedregal


Narodowski y Baquero hacen, en su texto “¿Existe la infancia?”, un recorrido histórico mediante el cual expresan el surgimiento del concepto de infancia, producto de la modernidad.
En pos de enriquecer dicho racconto adjunto el trabajo de Paula Bedregal “Historia de la Infancia”, IQUIQUE Oct. 2008

Una vez adentrados en el tema, habiendo explicitado que el niño no es visto como infante, como ser heterónomo moralmente, como quien necesita de la protección de otro, sino hasta el periodo moderno, llevan a cabo un relato sobre cómo a medida que se legitima dicho concepto y no sólo se categoriza sino que además se concibe culturalmente al niño como infante, se instala tal concepto, también comienza a establecerse el “deber ser” del niño como infante.
En palabras de Meyer:
“La disciplina de la escuela definió un saber ser niño hecho de pasividad obediencia, de una pedagogía de la intimidación”
A través de normas, cánones, funciones, valores se encuadra al niño en la categoría de infante con sus respectivos rasgos.
Se generan así expectativas de lo que un niño debe lograr, se normaliza, se pre estipula, se pauta las características y los procesos que el niño debe llevar a cabo exitosamente para ser considerado un niño normal.

Debe tenerse en cuenta que el concepto de Infancia surge con la modernidad y por ende con procesos de avance en lo que a organización civil se refiere.
La filosofía y la industria se expandían y resultaba necesario profundizar en ciertos conceptos y revalorizar o desentrañar ciertos otros, las sociedades progresaban y muchas viejas nociones se ponían en tensión, se cuestionaban.

Considerando este punto es que podemos comprender como luego de instalado el concepto de infancia surge el concepto de alumno, es decir la veta del niño institucionalizado.

La escuela como referente máximo de la institución que modela a la infancia es quien, a través de la pedagogía, reglamenta y pone normas sobre la infancia, corriendo al niño de su rol de infante para transformarlo además en alumno.

Muchas contradicciones pueden percibirse en ambos periodos tanto en la edad media como en la moderna y a su vez en la llamada post moderna (profundizaré más adelante).

Las contradicciones más evidentes son por ejemplo el hecho de que en la época medieval los niños eran percibidos como adultos teniendo así que cumplir con las cargas sociales que correspondían a un adulto, como por ejemplo trabajar, el concepto de explotación infantil es un concepto que no existía en el Medioevo.

Al mismo tiempo una vez construido e instalado el concepto de infancia los niños comienzan a gozar de derechos propios (más llegado el siglo XX) pero resultan influidos, instruidos y determinados por la cultura social dominante, que exige de ellos procesos que nos son naturales y cánones que buscan instalar patrones comunes a todos los sujetos, homogeneizándolos, como si todos los niños debieran poseer las mismas capacidades y potencialidades.
Podemos preguntarnos a partir de esto, a partir de la intervención de la escuela y la inserción del niño en la misma, quién determina que es normal o cuáles son las normas a seguir.

Creo que es evidente que apenas implantada la institución escolar muchas preguntas no tenían respuesta y simplemente se concebían como naturales, como verdades absolutas, por resultar necesaria la estructuración social, mientras que llegado el siglo XX y de la mano de los derechos del niño muchas cuestiones aceptadas como máximas fueron puestas en duda.
Muy recientemente, por ejemplo, el equipo del Dr. Castorina, comenzó a trabajar en una investigación sobre la noción de intimidad en relación a los niños y las prácticas escolares, cuestionando, interpelando las intervenciones docentes.
HORN, CASTORINA “El derecho a la privacidad en los niños. Un enfoque constructivista e institucional”
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-16862008000100053
A partir de dicha investigación una vez más se profundiza en el concepto de infancia aggiornándolo a nuestros días.
Es posible así percibir como el concepto de infancia se ve siempre modificado, desde sus orígenes hasta nuestros días.
Como bien plantean los autores cuando, en torno a la conformación de la infancia moderna, dicen:

(…) “ese proceso debe ser comprendido como un mosaico en el que conviven nuevas y viejas formas de la niñez más que como una mutación crucial operada de una vez y para siempre”

La conformación de la institución Infancia en tanto actor social no es un concepto acabado, se modificó a lo largo de la historia y lo seguirá haciendo.

De hecho muchos de los valores fundantes de la Infancia han perdido peso a raíz de la crisis de la modernidad.
Este es otro de los puntos analizados por los autores.

La globalización, la massmedia, brindan acceso a información que antes no estaba al alcance de los niños. Brindan acceso y no así protección. Una vez más el concepto de infancia largamente construido se desdibuja ante las innovaciones y revoluciones tecnológicas.
El niño pierde así su categoría de niño pues vuelve a tomar contacto con atribuciones que no le corresponden dentro de los parámetros que se piensan como adecuados para un infante.

La televisión, internet, las crisis sociales y económicas producto del capitalismo que encuentran a los niños trabajando, implican un retroceso en esa historia de protección configurada en pos del bienestar de los chicos.
Claramente las estructuras de la sociedad, las instituciones, sucumben y los valores con ellas, pero es importante pensar que sigue habiendo profesionales, intelectuales y críticos pensando en cómo volver a dar al niño su lugar de sujeto, quien debe ser protegido y cuidado, pero a su vez habilitándolo a manifestarse como un sujeto autónomo en lo que a opiniones y derechos individuales se refiere.
El niño no como sujeto dependiente, atado al adulto, sino como sujeto de derecho con capacidad crítica y creadora. 
http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc.htm,
http://portal.educ.ar/noticias/educacion-y-sociedad/los-derechos-de-ninos-ninas-y.php
También siguen existiendo características modeladoras en la institución escuela que someten a los niños a esos cánones ante los que deben responder, y esto se debe al carácter reproductivista de la escuela, a su razón de ser primera, a su rol de AIE (Aparato Ideológico del Estado).
El niño de hoy no es el niño del siglo XIII o del XIX, nuestro concepto de infancia, no es ni debe ser el mismo que el de tiempos pasados.

La escuela como institución primaria, como constructora de subjetividad, debe promover el desarrollo integral de los niños como seres con rasgos y necesidades específicas. Y nosotros como docentes debemos cuidar velar porque los niños tengan una educación integral que les permita insertarse en el mundo, en la sociedad, pero generando también, construyendo con ellos pensamiento crítico, y capacidad de autonomía para que nadie mida con ninguna vara ni decida quien es normal y quien no, debemos proveerlos de un marco normativo de legalidades pero no para que respondan a la sumisión si no para que puedan convivir en comunidad.
Ese, en parte, considero que debería ser nuestro aporte.
Ayelen Romano

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